miércoles, 2 de noviembre de 2011

TEMA 1 ILUSTRACIÓN Y NEOCLASICISMO


TEMA 1

LA LITERATURA ESPAÑOLA DEL SIGLO XVIII: LA ILUSTRACIÓN Y EL NEOCLASICISMO.

            La Ilustración es el movimiento cultural que define el siglo XVIII. Su principal centro de creación y difusión fue la Francia de los filósofos (Rousseau, Voltaire) y enciclopedistas (D’Alembert, Diderot), pero sus orígenes hay que buscarlos en el empirismo inglés, en particular en la filosofía de Locke, Berkeley y Hume. Los principios y aspectos fundamentales son: la exaltación de la razón; la revisión crítica de la historia y el rechazo a la autoridad de la tradición; el anhelo del estado natural y el mito del “buen salvaje”, es decir, la propuesta de una vuelta a la sana naturaleza, al margen de cualquier superestructura social; el ensanchamiento de la experiencia individual más allá de los ficticios límites nacionales (cosmopolitismo); la radical transformación de la cultura, que, saliendo de su aristocrático aislamiento, ha de hacerse útil a la sociedad, difundir el saber, instruir al pueblo; y el sentimiento de dignidad humana: toda persona, en cuanto ser humano y dotado de razón, posee derechos que nadie puede ni debe arrebatarle (Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano de 1789).


            Ligados a estos principios está la creencia en el progreso, que se conseguirá a través de la razón y de la educación, que debe llegar a todos los individuos.
La Ilustración en España coincide con la instauración de la dinastía de los Borbones (Felipe V, Carlos III y Carlos IV). El movimiento literario desarrollado durante la Ilustración es el Neoclasicismo, cuyos autores más representativos son los siguientes:
  • ENSAYO
            El ENSAYO es un género literario que se configura como tal en el siglo XVIII y, sobre todo, en el Romanticismo con el desarrollo del periodismo. Son textos en prosa, de extensión variable en los que el autor expresan sus ideas y valoraciones sobre los más variados temas. Su forma discursiva es la exposición y la argumentación.
            El ensayo es el género predilecto para la divulgación de los principios de la Ilustración. En el XVIII adopta diversas formas: epistolar, memorias, informes, libros de viajes...
à Benito Jerónimo Feijoo (el Padre Feijoo): Con sus textos pretendía educar al pueblo, al vulgo, como él lo llamaba. Escribió Teatro crítico universal y Cartas eruditas y curiosas. Su prosa destaca por su sencillez, en contraste con los escritos barrocos.
à José Cadalso: Escribió Cartas marruecas obra en la que tres personajes se intercambian cartas que permiten al autor trazar una visión crítica de la realidad española desde tres puntos de vista distintos: dos extranjeros y un nativo.
à Gaspar Melchor de Jovellanos: Sus ensayos tienen como destinatarios a los grupos dirigentes y no al pueblo. Escribió, entre otros, el Informe en el expediente de la ley agraria, en el que señala como causa del atraso del campo la concentración


de la propiedad en manos de los nobles y de la Iglesia y Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas, en la que defiende la existencia de diversiones para el pueblo.
Jovellanos criticó los usos de la literatura barroca y defendió un estilo sencillo y claro.
  • TEATRO:
            El teatro neoclásico o comedia de buenas costumbres respeta la ley de las tres unidades: unidad de acción (una historia única), unidad de lugar (en un único lugar) y unidad de tiempo (en una jornada máxima de veinticuatro horas). Conjuga el fin didáctico con la amenidad.
            El autor más importante es Leandro Fernández de Moratín y la principal obra es El sí de las niñas. Trata el tema del matrimonio de conveniencia y obligado entre una jovencísima mujer y un hombre pudiente de edad avanzada. Además, se hace una crítica a fondo del ambiente español, de su mentalidad y prejuicios, anticipando el estilo de Larra y de Azorín.
  • POESÍA:
Podemos distinguir dos tipos de poesía:
a) Poesía ilustrada o neoclásica, que triunfará en la segunda mitad del XVIII, y en la que podemos distinguir una poesía filosófica y utilitaria y una segunda vertiente más tierna y sensual.
b) La poesía filosófica y utilitarista busca sobre todo educar e ilustrar. Los temas son la exaltación de las bellas artes, las novedades científicas, las ideas de reforma social, la ponderación de la amistad, los ideales de virtud y fraternidad, desprecio de la guerra, odio a los tiranos y condena de la tortura, rechazo de la ociosidad y la ignorancia, fe en el progreso mediante la educación. Ejemplos serían la poesía de Nicolás Fernández Moratín y José Cadalso. También las fábulas de Tomás de Iriarte y Félix María de Samaniego.
c) La composición característica de la poesía sensual es la anacreóntica, de metro corto y estrofas breves, de tono festivo y alegre, que exalta el amor y los goces sensuales. El máximo representante fue Meléndez Valdés.

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