viernes, 21 de marzo de 2014

Día Mundial de la Poesía


Hoy es el Día Mundial de la Poesía. ¿Pero es que hace falta un día mundial para recordarnos que la poesía es necesaria en nuestra vida, tanto si somos conscientes de ello como si no?
La poesía es la cenicienta de la escritura y de la lectura y hermana menor de los documentales de la 2: el número de lectores y la venta de libros de poesía  son mínimos, pero queda bien decir que se lee poesía en la intimidad, o muy escogida, porque es una "cosa tan subjetiva", o que "no hay nada más allá de los clásicos". Así que creo que la respuesta es sí, como en otras muchas cosas, hace falta un día mundial de la poesía para recordarnos que la poesía nos alimenta.
Podemos empezar por cualquier autor o poema del que hayamos oído hablar o que nos hayan recomendado. Podemos fijarnos en la letra de alguna de esas canciones que han marcado momentos de nuestra vida, ofreciéndonos consuelo o celebrando nuestras alegrías. El caso es empezar e ir cogiéndole el gusto poco a poco.
La lista de sugerencias sería inabarcable, así que las recomendaciones sobran. ¿César Vallejo o Gloria Fuertes? ¿Raquel Serdio o Gabriel Ferraté? Lorca, Salinas, Neruda, Cernuda, Juan Ramón, pero también Blanca Andréu, Carmen Jodra, Emily Dickinson, Rosalía, Gioconda Belli. ¿Veis? Es difícil incluso citar nombres.
Para empezar, podemos echar una mirada al Sitio oficial del Día Mundial de la Poesía
Podemos después dar una vuelta por la biblioteca más cercana y ver si tienen algo de Alejandra Pizarnik o de Gabriela Mistral o de Ángela Figuera o de Paca Aguirre, Benedetti, Gelman, Pacheco,Félix Grande, Panero, Machado... Las bibliotecas digitales son de gran ayuda, así como las webs que ofrecen recitados de poemas.
Podemos, incluso, coger lápiz y papel, o pantalla y qwert, y atrevernos a expresar nuestro yo con palabras. No hace falta que ganemos el premio Adonais, es suficiente que nos dejemos alimentar por la  ya escrita para cada uno de nosotros o por la que nosotros mismos escribamos para tratar de entendernos.

Para terminar, un poema clásico:

GUTIERRE DE CETINA (Madrigal)

Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira
porque no me parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.


...y uno actual:

ELENA CAMACHO ROZAS (Versatilidad de la emoción)

No sonrías con tristeza, mi amor , de despedidas
está la vida llena. Ríe siempre, fuerte y sonora
habrá de ser tu voz. Que se te oiga. No importa
lo que digas, lo que hagas. Tu risa, siempre afable,
te anuncia y te respalda.¡Ríe! Ríe, mi amor.
Con amplias carcajadas mi llanto no se escucha.
De risa viste tu amor, nunca de lástima. Y enséñame
la llave perdurable que abre las puertas de tu carcajada.









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