Tema TRES BIS:
DEL VANGUARDISMO AL GRUPO POÉTICO DEL 27.
1.- LAS
VANGUARDIAS
Con el nombre de Vanguardismo o Vanguardias o "Ismos" se
designan los movimientos artísticos y literarios que nacen en el siglo XX,
aproximadamente desde 1910 a
1939 y que se oponen a la estética precedente, y proponen -en sendos manifiestos, concepciones
radicalmente nuevas del arte y de las letras.
Son experimentos
artísticos, algunos muy efímeros, que proponen un arte radicalmente distinto y original.
Se presentan como alternativas juveniles rupturistas
con un tono desafiante y provocador,
antirrealista y antisentimental, que, por lo general, conciben el arte como
experimentación y juego. Su mayor logro fue imponer la libertad total del artista,
herencia de la que se beneficiará todo el arte del XX. En conjunto responden a
una concepción deshumanizada del arte.
Su época de máximo esplendor es hacia 1920 (los "felices
20"). Desaparecieron hacia los años 30 cuando las circunstancias políticas
y sociales, más dramáticas, conducen a un arte más comprometido y humano.
Son varias las Vanguardias o "ismos" que
surgen: Futurismo, Expresionismo, Cubismo, Ultraísmo, Dadaísmo, Fauvismo,
Surrealismo,... etc.
CALIGRAMAS:
CALIGRAMAS:
Los rasgos
esenciales del vanguardismo son:
1.- La existencia de muchos
movimientos con una vida efímera, pues la continua experimentación es la base
del arte.
2.- Afectan a las artes en
general, y rompen las barreras de las artes y las letras: se busca la
renovación expresiva.
3.- Desean ser originales,
abrir nuevos caminos, crear para el futuro. Se oponen a las estéticas pasadas
(Realismo, Naturalismo, Romanticismo, etc.)
4.- Su público es
minoritario, se reúnen en cafés, se aglutinan en torno a revistas y desde ellas
lanzan sus manifiestos.
El movimiento vanguardista más importante es el Surrealismo:
El Surrealismo supone un cambio radical en la concepción del papel del arte y
del trabajo del artista. En su origen, es el punto de confluencia de varias
tendencias de vanguardia, especialmente el Dadaísmo perpero el giro decisivo lo
dará André Breton en 1924 cuando publicó el Primer
Manifiesto surrealista, tras leer a Freud. El Surrealismo no pretende una mera
renovación estética, sino una revolución integral, en cuya base están las
teorías de Freud y de Marx. Propugna una liberación total del hombre: liberación
de los impulsos subconscientes, reprimidos por las convenciones morales y sociales
(según Freud) y liberación de la represión que ejerce sobre el hombre la sociedad
burguesa y capitalista (según Marx).
Para los surrealistas, lo que llamamos vida no es sino la
cara más gris de la realidad; hay que conquistar una verdadera
vida (vraie
vie), acceder a una realidad más alta, una
superrealidad (sur-réalité, de ahí, su nombre) que se halla amordazada en lo más hondo de
las conciencias.
El objetivo del Surrealismo no es otro que liberar
totalmente al individuo de las ataduras racionales, morales y estéticas que
impiden que se manifieste tal como es (liberación total del hombre). La poesía
es un instrumento idóneo para iluminar la vida auténtica. Se deberá crear
"al dictado de un pensamiento libre de toda vigilancia ejercida por la
razón", ya que la razón está contaminada. Por eso los surrealistas
conceden gran importancia a lo onírico, es decir, al mundo de los sueños, ya
que durante el sueño surgen sin trabas las fantasías y los deseos ocultos en el
subconsciente del individuo.
EL MOVIMIENTO VANGUARDISTA EN ESPAÑA. EL SURREALISMO.
España contribuye a las vanguardias en diferentes artes
con figuras de la talla de Picasso, Juan Gris, Dalí, Buñuel, etc.
En Literatura, los novecentistas habían traído novedades;
sin embargo, no podía hablarse de "ruptura" con respecto a la
literatura anterior, sino más bien de "depuración" La verdadera ruptura
la protagonizarán los movimientos de vanguardia. Con todo, se puede considerar como un pionero e impulsor
del movimiento vanguardista al escritor novecentista Ramón Gómez de la Serna.
Ramón Gómez de la Serna encarna el espíritu y las actitudes de
la vanguardia por su perpetua ruptura de las
convenciones. Su extensa obra tiene como eje la greguería, género inventado por él consistente en apuntes brevísimos que
encierran una pirueta mental o una metáfora insólita. En las greguerías se dan
cita, en proporciones diversas, el concepto, el humor, el lirismo o el puro
juego verbal. Suya es la definición: "Humorismo + Metáfora =
Greguería".
ALGUNAS GREGUERÍAS DE RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA:
-El rayo es una especie de
sacacorchos encolerizado.
-El cerebro es un paquete de
ideas arrugadas que llevamos en la cabeza.
-En lo alto palpitan los álamos
y los chopos... Para que no palpiten esas hojas como colgadas de un hilo se
necesita que el tiempo esté parado, porque son como el segundero visible y
natural del tiempo vivo.
-Lo que diferencia azar de azahar,
lo que hace que el uno no huela a nada y el otro sí, es la h, que es una hache
de perfumería.
-El hambre del hambriento no
tiene hache. ¡Con filigranas al "ambre" verdadera? El "ambre: si
es verdadera "ambre se ha comido la hache.
-La palmera ancla la tierra al
cielo.
-En otoño debían caer todas las
hojas de los libros.
-En los hilos del telégrafo
quedan, cuando llueve, unas lágrimas que ponen tristes los telegramas.
-Todos hemos tenido cara de
payasos al enjabonarnos la cara.
-La pistola es el grifo de la
muerte.
-Las gaviotas nacieron de los
pañuelos que dicen ¡adiós! en los puertos.
-El sostén es el antifaz de los
senos.
-La pulga hace guitarrista al
perro.
-Tomó tan en serio eso de
"ahogar las penas" que se tiró al río.
-Era tan moral que perseguía
las conjunciones copulativas.
-Las primeras golondrinas salen
de lo ojos negros de las mujeres jóvenes.
-La q es la p que vuelve de
paseo.
En conjunto, pueden situarse dos periodos dentro del vanguardismo
español:
1.*
Nacimiento
y auge del vanguardismo (1908-25). Esta etapa valora, sobre todo, el arte deshumanizado.
Incluiría las primeras manifestaciones de mano de Gómez de la Serna2 con una
proliferación de ismos, manifiestos y revistas efímeros y culmina hacia 1918 con el
triunfo del Ultraísmo y Creacionismo.
2.*
Surrealismo
y Rehumanización (1926-36). El
influjo surrealista recoge ya las emociones, angustia y rebeldía del hombre
ante una sociedad cada vez más problemática. Hacia 1930 decae la corriente
vanguardista frente a una literatura comprometida, de tema político o social.
El Surrealismo tuvo una gran repercusión en España. Fue el ismo más fructífero
y que más influyó en los grandes poetas del 27. Además de una temprana
traducción de su Manifiesto (1925), hay que añadir las visitas de Aragón a Barcelona y Bretón
a la Residencia de Estudiantes, donde vivían Buñuel, Lorca , Dalí...etc. A
Larrea debe atribuirse la orientación surrealista de varios poetas del
"27". También es fundamental la influencia de Dalí o de Buñuel.
Al influjo del Surrealismo se deben libros tan
fundamentales como Sobre los ángeles de Alberti o Poeta en Nueva
York de
Lorca, así como buena parte de la obra del premio Nobel Vicente Aleixandre.
No obstante, hay que decir
que el Surrealismo español no es ortodoxo: nuestros poetas no llegaron a los
extremos de la pura creación inconsciente, ni practicaron la "escritura
automática". Lo que sí hubo fue una liberación de la imagen, desatada de bases
lógicas. Por otra parte, la irrupción del Surrealismo significa la crisis del
ideal de "pureza" y "deshumanización". Lo humano, e incluso
lo social y lo político penetrarán de nuevo en la literatura, precisamente por
los cauces surrealistas.
El Surrealismo español, como las restantes vanguardias,
entra en su ocaso a partir de 1930 cuando la literatura, empujada por las
circunstancias sociales y políticas gira hacia el compromiso
y la rehumanización, abandonando el "arte puro" anterior.
En su balance, sin embargo,
hay que situar su gran fecundidad, no sólo por la sucesión de oleadas renovadoras,
sino por el enriquecimiento que suponen (comprobable en el intenso influjo que
recibe la G. del 27 al asimilar diversos movimientos de vanguardia y,
especialmente, el Surrealismo)
2.-EL GRUPO POÉTICO DEL 27
I.- ¿Generación o grupo?
Los poetas del 27 se dieron a conocer durante la
dictadura de Primo de Rivera y reciben este nombre porque participaron en
Sevilla en 1927 un acto para conmemorar el tercer centenario de la muerte de
Góngora. Los principales representantes de este grupo son: Rafael Alberti,
Federico García Lorca, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Pedro
Salinas, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre, Emilio
Prados...
Estos autores se dedican predominantemente la poesía,
aunque también cultivan otros géneros, como por ejemplo, las obras dramáticas
de Lorca. Los poetas "del 27" no son una "generación", sino
un grupo compacto dentro de una generación histórica a la que por edad,
pertenecen también otros poetas, además de dramaturgos y novelistas. Los poetas
del grupo ("Generación de la amistad", se ha dicho) reúnen una serie
de rasgos generacionales:
·
Son de edades similares y
comenzaron a publicar sus obras en la década de los años veinte.
·
Trabaron lazos
de amistad entre
ellos. Su relación personal fue favorecida por la Residencia
de Estudiantes, lugar de encuentro y
formación cultural pues en ella vivían unos (el pintor Dalí, el cineasta
Buñuel, Lorca y el maestro del grupo, Juan Ramón Jiménez), acudían otros y se
organizaban conferencias, conciertos, tertulias...
·
Tuvieron una formación similar y
compartieron las mismas inquietudes. Son personas de una gran cultura literaria y
curiosidad intelectual con un origen familiar
acomodado que les permite su dedicación a la poesía.
En política, mantuvieron actitudes
liberales y apoyaron a la República en la Guerra
Civil.
·
Participaron en
acontecimientos culturales comunes. El más importante, ya citado, la celebración en 1927 de
diversos actos en homenaje a Góngora. De ellos, además de proclamar su
admiración por este poeta entonces injustamente
·
Recibieron el influjo de las vanguardias europeas
a través de Ramón Gómez de la Serna, Huidobro...
·
La
característica más original del grupo es
su afán de renovar profundamente la poesía sin romper con la tradición
literaria anterior debido a su hondo conocimiento de la misma.
II.-
Características de la poesía del 27:
1.- A pesar de las diferencias, cabe observar en ellos
gustos y afirmaciones estéticas comunes. El grupo mostró una admirable voluntad
de integración, que se resolvió en un estricto equilibrio
entre tradición y vanguardismo. Esa tendencia al equilibrio se
resuelve en una genial síntesis de polos en principio opuestos que, sin embargo,
estos poetas consiguen integrar: lo intelectual y lo sentimental; la pureza
estética y la autenticidad humana; la rigurosa construcción del poema y una
concepción cuasi mística de la poesía; lo universal y lo español; el arte
minoritario - incluso hermético en ocasiones- y lo popular; en definitiva, la integración entre tradición y renovación. Los del 27 son poetas "rabiosamente innovadores"
pero no iconoclastas, al contrario de ciertas vanguardias; En efecto, estos
poetas parten de un profundo conocimiento y amor por la literatura anterior
(desde los medievales hasta las generaciones más próximas, con un respeto y
admiración especial a los clásicos) que les lleva a no rechazar lo anterior
sino a incorporarse a esa rica tradición sintiéndose sus herederos. Este
equilibrio entre lo nuevo y lo antiguo es lo más original del grupo y la
característica que les confiere un tono compacto.
Su entronque con
la tradición literaria se muestra en sus fuentes:
·
Admiraron a los autores clásicos españoles
como Manrique, Garcilaso, Lope de Vega, Quevedo y, cómo no, Góngora, a quien
reivindicaron.
·
Se declararon herederos
de los poetas cronológicamente más inmediatos: Bécquer, Rubén Darío, Unamuno,
los hermanos Machado y, en especial, Juan Ramón Jiménez.
·
Se interesaron
por la tradición folclórica presente en la lírica popular y en los romances.
·
Su actitud
vanguardista se manifestó sobre todo en la técnica:
hubo una tendencia en los primeros años a la poesía pura, intelectual, deshumanizada.
·
En busca de la
originalidad y en una afirmación de la libertad creadora, incorporaron algunos
elementos temáticos y formales de las vanguardias: exaltación de la técnica,
especial disposición tipográfica de los versos...
·
Cultivaron el
verso libre junto a esquemas métricos tradicionales.
·
Hicieron de la
imagen y de la metáfora el eje del poema.
2.- Crean un lenguaje
generacional con rasgos comunes a pesar
de las variantes personales (importancia del estilo, valoración de la metáfora
y de la imagen, planteamientos estéticos que, al menos en su origen, siguen los
postulados de la "deshumanización del arte" de Ortega). La renovación
total de la poesía que protagonizaron probablemente se base en dos elementos unificadores:
2.1.- La valoración de
la imagen, convertida en la base expresiva de la
poesía. En este sentido, continúan la línea iniciada por diversas vanguardias y
crean la imagen irracional, en la que no existe relación lógica entre el
término real y el imaginario. (Por
ejemplo, el famosos soneto
en que Gerardo Diego canta al ciprés del claustro de Silos:
"enhiesto surtidor de sombra y sueño..."
2.2.- La renovación métrica. Tras
los precedentes en solitario en Juan Ramón Jiménez, el 27 consigue incorporar
definitivamente el verso libre o versículo. Por otra
parte, combinan las
estructuras métricas tradicionales, cultas o populares, con un lenguaje moderno
que les dota de nueva vitalidad. Magistrales son los sonetos y romances (de
Gerardo Diego; Lorca...), las décimas (de Guillén), etc.
III.- Evolución del grupo:
Podemos hablar de tres
grandes etapas, pero advirtiendo que no todos los poetas las cumplen en la
misma medida ni al mismo tiempo:
Primera etapa: hasta 1927, aproximadamente.
Entre los tanteos iniciales, se nota la presencia de tonos becquerianos y
posmodernistas, pero pronto se deja sentir el influjo de las primeras
vanguardias, a la vez que el magisterio de Juan Ramón Jiménez que los orienta
hacia una "poesía pura". Pero no se debe exagerar la deshumanización.
Lo "humano" había entrado por múltiples puertas: Bécquer, la lírica
popular... La sed de perfección les lleva a recibir el influjo de los clásicos
que desemboca en el fervor por Góngora y sus deslumbrantes metáforas.
Es decir, en
esta primera etapa confluyen varias tendencias: "poesía pura",
vanguardismo (Creacionismo), neopopularismo, neogongorismo, clasicismo.. con un denominador común: la
búsqueda de la perfección formal.
Segunda etapa: de 1927 a
la Guerra Civil. Comienza a
notarse cierto cansancio del puro formalismo. Se iniciará así un proceso de
rehumanización. Ello coincide con la irrupción del Surrealismo, con el que
pasan a primer término los más hondos sentimientos humanos: el amor, el ansia
de plenitud, las frustraciones, las inquietudes existenciales o sociales... El
mejor exponente es la revista Caballo verde para la poesía
(1935) de Pablo Neruda y Vicente Aleixandre
donde aparece el "Manifiesto por una poesía sin pureza". Se abandona
la concepción esteticista de Juan Ramón Jiménez y del arte deshumanizado de
Ortega. Acentos sociales y políticos entran en la literatura y alcanzan su auge
durante la Segunda República y la Guerra Civil con representantes tan destacados
como Rafael Alberti y Miguel Hernández, poeta joven que se considera de transición
entre el 27 y la generación del 36.
Tercera etapa (después de la guerra).
Lorca ha sido fusilado; la mayoría (Salinas, Guillén, Alberti y Cernuda) parten
a un largo exilio. Cada cual sigue su rumbo, pero ninguno abandonará ya los
caminos de una poesía entrañablemente humana. Como rasgo común reflejan la angustia existencial y preocupaciones éticas y
sociales, sobre todo a partir de la Segunda Guerra
Mundial. Los desterrados tratan en numerosas ocasiones el tema del exilio, es
decir, la nostalgia de la patria y la protesta por la situación política. En
España, quedaron Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre, en lo que ellos han
denominado "exilio interior" por el sentimiento de desarraigo, que se
convertirán en el punto de partida de la poesía de posguerra. Ésta deriva hacia
un humanismo angustiado, de tonos existenciales cuya muestra más intensa es Hijos de la ira (1944) de Dámaso Alonso. La
excepción es Gerardo Diego, inclinado hacia el bando franquista, quien se
refugió en una literatura religiosa y clasicista. Todos ellos siguieron en
plenitud creadora hasta edad avanzada.
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