Las bases están publicadas en un tablón móvil, ya las habréis visto, y también el el nuevo Blog de la Biblioteca, que ya habréis visitado alguna vez. Está el enlace con los blogs que nos gustan, aquí abajo, a la derecha, pero os lo dejo aquí también para que vayáis más rápido:
EL BLOG DE NUESTRA BIBLIOTECA
Y ahora hablemos un poco de Marta de Nevares.
Marta de Nevares y Lope de Vega se conocieron hacia 1616. El poeta ya era sacerdote, rondaba los sesenta años y Marta acababa de cumplir veinticinco. Fue en un jardín madrileño, en el transcurso de una fiesta poética que ella presidía. Allí comenzó una larga, difícil y apasionada historia que duraría hasta la muerte de Marta, dieciséis años después. Lope y Marta tuvieron que enfrentarse a la clandestinidad y la maledicencia, inevitables en una corte tan murmuradora como la española, que les reprochaba la diferencia de edad, la condición de casada de Marta, el sacerdocio de Lope y el que llegaran a tener una hija fuera del matrimonio, Antonia Clara. Pero sobrellevaron todas estas vicisitudes, y, sobre todo, la enfermedad de Marta; primero se quedó ciega, hacia 1621, y luego perdió la razón y enloqueció.
Lope de Vega utilizaba su propia biografía como material para sus obras, así que Marta de Nevares aparece en las Novelas a Marcia Leonarda. Habla de ella en las dedicatorias de algunas comedias, como La viuda valenciana. De sus desdichas da cuenta en sus cartas al Duque de Sessa. Y, por último, tenemos el testimonio que supone su égloga Amarilis. Y, sí, Amarilis es el nombre poético de su amada Marta.
En CERVANTES VIRTUAL podemos leer más sobre la vida y obra de Lope.
No conozco imágenes de Marta de Nevares, pero sí tengo de los amarilis de mi terraza; qué se le va a hacer, soy una sentimental y los amores de Lope y Marta siempre me resultaron atractivos porque son un fiel reflejo de la contradictoria condición humana. Además, son un recuerdo de D. Luis Floriano, el profesor de Literatura que me puso en contacto con ellos, metafóricamente, claro. ¡Muchas gracias, don Luis!
AMARILIS era el nombre de una pastora de las églogas del poeta latino Virgilio, autor de la Eneida. Es un nombre de origen griego y su significado hace referencia a "la que brilla, la que resplandece"
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